Antonio Alcalá Galiano (1789-1865)

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Sala V: Historia de la masonería en España

ANTONIO ALCALÁ GALIANO (1789-1865)

Nacido el 22 de julio de 1789 en Cádiz y muere el 11 de abril de 1865 en Madrid, era el primogénito del matrimonio formado por el famoso marino y cartógrafo Dionisio Alcalá Galiano (muerto en 1805 en la batalla de Trafalgar) y Consolación Villavicencio, de ilustre alcurnia, hermana de Juan Álvarez de Villavicencio, capitán general de la Armada y miembro del Consejo de la Regencia (enero de 1812 y marzo de 1813).

A los doce años comienza a prestar servicio como cadete de los Reales Guardias, pero abandona la carrera militar para dedicarse a la diplomacia. Se opuso a Fernando VII, a quien consideraba un "estúpido tirano". Fue secretario de embajada en Suecia (1813-1814), oficial de la Secretaría de Estado (1820), intendente de la provincia de Córdoba (1821), diputado por Cádiz ese mismo año

El 9 de octubre de 1813 es recibido masón en Cádiz; “di un paso de importancia para mi vida futura. Éste fue el de iniciarme en cierta famosa y antigua sociedad secreta” (Antonio Alcalá Galiano, Memorias I, Capítulo XXXII).

Entre 1811 y 1820 forma parte del grupo de conspiradores que prepara el pronunciamiento de Cabezas de San Juan. Dirige y edita, primero con Evaristo San Miguel y luego solo, La Gaceta Patriótica del Ejército Nacional (36 números entre el 25 de enero y el 26 de mayo de 1820). Durante el Trienio se convierte en uno de los representantes del liberalismo exaltado y uno de los oradores políticos más famosos de la sociedad patriótica La Fontana de Oro.

En sus Memorias escribe que “Los hermanos de 1819 teníamos bastante de fraternal en nuestro modo de considerarnos y tratarnos. El común peligro, así como el común empeño en una tarea que veíamos trabajosa y divisábamos en nuestra ilusión como gloriosísima…, nos unía con estrechos lazos, que, por otro lado, eran sobremanera agradables, porque contribuían en mucho al buen pasar de la vida. Así es que al poner el pie en Sevilla, donde yo había parado poco tiempo, me encontré rodeado de numerosos amigos íntimos, a los más de los cuales sólo había hablado una o dos veces en época anterior, cuando a otros veía entonces por vez primera... Madrid vino a ser la residencia del cuerpo supremo (Grande Oriente), director o cabeza de la sociedad entera. Componíanle representantes de los cuerpos llamados capítulos, constituidos en los tribunales de provincia”.

Condenado a muerte en 1823, se exilia en Londres ganándose la vida como profesor y escritor, siendo el primer catedrático de Lengua y Literatura Españolas en la Universidad de Londres (1828). En 1830 pasa a Francia y participa en París y Tours en las actividades políticas de los exiliados españoles (1830-1834).

Liberal y pragmático, a su regreso a España en febrero de 1834, apoya a Mendizábal hasta enero de 1836, aproximándose desde entonces a Istúriz y los moderados. Fue diputado por Cádiz durante las Cortes del Estatuto Real (octubre 1834), ministro de Marina (mayo 1836). Exiliado en Francia (septiembre 1837) fue luego diputado en las Cortes de 1837-1838.

Su giro político se representa claramente en el periódico El Piloto que funda, junto a Donoso Cortes (1839) y en los cursos de derecho político que dicta en el Ateneo de Madrid. Exiliado nuevamente en Francia (octubre 1841/septiembre de 1843), será director del Colegio de San Felipe Neri de Cádiz (1843-1844), diputado por Madrid (octubre de 1844) y senador vitalicio (1845). Convertido en uno de los ideólogos del Partido Moderado, desde 1845 fue partidario de Narváez y de la tendencia oficial del partido. Embajador en Lisboa (1851-1854 y 1858) y ministro de Fomento en el gabinete Narváez de septiembre de 1864, cesa por fallecimiento, ocasionado por un ataque de apoplejía que le sobrevino en pleno Consejo de Ministros siguiente a la llamada noche de San Daniel (10-4-1865).

Considerado uno de los socios más activos del Ateneo de Madrid; entre 1838 y 1844, allí dicta las Lecciones de Derecho Político Constitucional. Fue elegido Presidente del Ateneo de Madrid (1845, 1849-1851, 1863-1864). También fue académico de la Española (28-12-1843), de La Historia y de la de Ciencias Morales y políticas y Gran Cruz de Carlos III (30-12-1844).

De entre sus escritos, destacan Primeros ensayos: colección de artículos políticos, de costumbres y humorísticos, Madrid, 1833 y Lecciones de Derecho Político Constitucional (1843), en las que desarrolla toda una serie de ideas sobre la ciencia del Derecho Constitucional. También dejó escritas sus memorias: Obras escogidas de Antonio Alcalá Galiano, Madrid, Ediciones Atlas (BAE, 83-84), 1955, 2 vols.

Fuente:

- Javier Alvarado Planas, Masones en la nobleza de España, Madrid, 2016, pp. 125-158.

- Gonzalo Pasamar Alzuria e Ignacio Peiró Martín, Diccionario Akal de historiadores españoles contemporáneos (1840-1980), Madrid, 2002, pp. 62-63.