asignaturas grado en geografía e historia

Asignatura grado en geografía e historia

HISTORIA CONTEMPORÁNEA I: 1789-1914

Código Asignatura: 67012030

NOMBRE DE LA ASIGNATURA
HISTORIA CONTEMPORÁNEA I: 1789-1914
CÓDIGO
67012030
CURSO ACADÉMICO
2024/2025
DEPARTAMENTO
HISTORIA CONTEMPORÁNEA
TÍTULO EN QUE SE IMPARTE
GRADO EN GEOGRAFÍA E HISTORIA
  • GRADUADO EN GEOGRAFÍA E HISTORIA - PLAN 2019
    • SEGUNDO CURSO
    • SEMESTRE 1
    • OBLIGATORIAS
  • GRADUADO EN GEOGRAFÍA E HISTORIA - PLAN 2009
    • SEGUNDO CURSO
    • SEMESTRE 1
    • OBLIGATORIAS
MICROGRADO EN HISTORIA, CULTURA Y PENSAMIENTO CONTEMPORÁNEO. SIGLO XX
  • SEMESTRE 1
  • OPTATIVAS
Nº ECTS
5
HORAS
125
IDIOMAS EN QUE SE IMPARTE
CASTELLANO

Esta asignatura forma parte de la TITULACIÓN DE GRADO EN GEOGRAFÍA E HISTORIA. Es obligatoria y con ella se obtienen 5 Créditos ECTS. 

Se inserta en el 2º curso de la titulación, y en el primer semestre.

Abarca la época que va desde las revoluciones atlánticas, comenzando por la de las Trece Colonias iniciada en 1765, hasta el comienzo de la Primera Guerra Mundial, en un largo siglo XIX en el que se construye el Estado Contemporáneo y la cultura política que hasta hoy día conocemos, en el marco del constitucionalismo liberal.

Contribuye de modo fundamental a la comprensión del mundo contemporáneo, en el que vivimos, y será clave tanto para quien vaya a seguir una formación investigadora en el campo de la historia contemporánea, como de quien vaya a aplicar los conocimientos adquiridos en esta titulación en las diversas salidas profesionales, tanto en el campo de la cultura, la información, el análisis científico en el campo de las humanidades, la sociología, la política, el turismo, la enseñanza, etc.

Analizar la construcción del Estado contemporáneo implica conocer la cultura política que se iba extendiendo por el occidente y sobre esta base, la estructura constitucional que se fue diseñando para poner en práctica la idea del nuevo gobierno, fundada en la soberanía nacional, la representación, la separación de poderes, todo ello en defensa de los derechos del hombre y del ciudadano. Esta fue la tarea más singular del siglo XIX. Los hechos históricos no se comprenden correctamente si no se tienen en cuenta, si no se conocen, esos objetivos del siglo; un siglo eminentemente constitucional, de construcción y estabilización de una nueva forma de organización política, social y económica. Es necesario, por ello, familiarizarse con los términos y conceptos propios de esa construcción: Constitución, liberalismo, parlamentarismo, presidencialismo, republicanismo, sistema electoral, forma de gobierno, etc. Todos ellos explican la característica fundamental de nuestro sistema político contemporáneo: La Constitución, que recoge los derechos del hombre y del ciudadano y organiza los poderes para garantizarlos.

 

Solemos iniciar la historia contemporánea con los procesos revolucionarios que en Occidente cambiaron el modelo político, económico y social que regía las sociedades que denominamos del Antiguo Régimen, para diferenciarlas del Nuevo, que entonces comienza. Así pues Contemporáneo lo asociamos históricamente al mundo liberal-democrático que se comenzó a gestar en el ámbito atlántico.

 

Pero no todos los occidentales que hemos vivido esta “contemporaneidad” hemos realizado la misma periodización en el análisis del pasado. Así los anglosajones, teniendo en cuenta la “gloriosa” revolución inglesa del XVII, que tanta trascendencia tuvo en la llegada del “Nuevo Régimen”, distinguen entre “Modern History”,  hasta la Primera Guerra Mundial, y la contemporaneidad, que se iniciaría con ella. Y es que no vivieron los procesos traumáticos que sufrió el continente en el XIX; ni siquiera disponen de una revolución a finales del XVIII que les marque el inicio “contemporáneo” de ese siglo; es decir, adolecen del citado referente de la revolución para hablar de contemporaneidad, a no ser que la retrotraigan a finales del XVII. Así pues, adoptan un criterio más evolucionista en el análisis histórico. Es cierto, sin embargo, que desde mitad de los ochenta se viene produciendo cierta modificación de los criterios interpretativos de la historia británica, sobre todo por la aparición y evolución de la sociedad de clases, industrial, urbana y moderna. De todos modos la “época” liberal inglesa tiene otra periodización que la continental al uso; de hecho es mucho más prolongada.

 

También hay dificultad para asignar un punto final a la época contemporánea. Al utilizar el término contemporáneo como lo usó Tocqueville, llega un momento en que ya no se puede estirar más, y no podemos hablar de contemporáneo eternamente. Nos corresponde acotarlo, ateniéndonos al uso histórico del término. De lo contrario, habría que cambiar la denominación de esta época histórica para poder seguir utilizando el término “contemporáneo” en su sentido literal para cada nueva generación. La tendencia es la primera, la de establecer un final a la época “contemporánea” y comenzar a usar otras denominaciones para las épocas actuales, vividas. Así nos encontramos con la “Historia Actual” o “De nuestro tiempo”, que nos indica la dificultad marcar un término a la historia que se está viviendo, que pudiera caracterizarla más allá del dato de que es “actual”, por la falta de perspectiva histórica; por ello cada generación futura tendrá que ir buscando términos nuevos para la historia que viven, quedando obsoletos los términos hoy inventados, porque llegará un momento en que esta historia deje de ser “actual” o “del tiempo presente”.

 

Las competencias para las que capacita:

 

- conocimiento comprensivo del temario propuesto

- comprensión del proceso histórico discriminando los datos según su trascendencia

- capacidad para distinguir los momentos de cambio estructural como referente del proceso histórico

- capacidad de percibir las permanencias inherentes a todo proceso histórico

- capacidad para entender y participar de los debates historiográficos actuales

- capacidad de análisis y crítica de textos, mapas o gráficos históricos

- capacidad de realizar análisis contextuales, lo que implica discernir la interrelación de las diversas realidades y la lógica que permite construir esquemas comprensibles

- aplicación del conocimiento histórico en la comprensión del mundo actual

- capacidad para conocer en su contexto los principios que rigen la sociedad democrática actual

- capacidad para elaborar un ensayo sobre un contenido del programa según la metodología histórica

 

Esta asignatura es el eje vertebrador en el grado de Historia que permite pasar de los conocimientos adquiridos anteriormente por el estudiante hacia los problemas específicos de nuestra contemporaneidad. En ella se presentan, se analizan y se explican comprensivamente los fundamentos mismos de nuestro Estado Contemporáneo, que se forja en la cultura y ámbito occidentales, pero que, llegado el siglo XX, pasa a abarcar la totalidad de los países, por influencia directa, por rechazo o por aspiraciones de construir el mismo modelo democrático liberal.

 

En el programa de la asignatura se presentan al estudiante las pautas básicas del proceso histórico desde el comienzo de la edad contemporánea, con análisis del propio concepto de lo “contemporáneo”, hasta los inicios del siglo XX (1914). Un siglo largo y fundamental para la comprensión de la sociedad actual.

 

Su conocimiento aporta el utillaje y las habilidades necesarias para el análisis crítico y la comprensión de la época contemporánea, así como de su desenvolvimiento en las épocas siguientes, que son materia de la asignatura de “Historia Contemporánea Universal II”, desde 1914.

 

La importancia de la asignatura para la formación académica, profesional y personal del estudiante puede observarse en el apartado de las competencias, pero se puede resumir en la capacidad de analizar el presente en base a la “historia clínica” del más reciente pasado, del momento fundacional y de la evolución de los proyectos y prácticas políticas, de las dificultades en la construcción del Estado, de sus deficiencias y avances, así como de la propia cultura a la que pertenecemos.

 

Es el punto de partida imprescindible para nuestra propia existencia como ciudadanos informados y activos en una sociedad democrática. A partir de ella, y junto con la asignatura que analiza el siglo XX, se estará en disposición de comprender y profundizar en nuestra problemática más actual.