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asignatura grado 2024

Asignatura grado 2025

PSICOFARMACOLOGÍA

Código Asignatura: 6201302-

NOMBRE DE LA ASIGNATURA
PSICOFARMACOLOGÍA
CÓDIGO
6201302-
CURSO ACADÉMICO
2024/2025
DEPARTAMENTO
PSICOBIOLOGÍA
TÍTULO EN QUE SE IMPARTE
GRADO EN PSICOLOGÍA
  • TERCER
  • SEMESTRE 1
  • OBLIGATORIAS
MICROGRADO EN NEUROCIENCIA DEL COMPORTAMIENTO
  • SEMESTRE 1
  • OBLIGATORIAS
Nº ECTS
6
HORAS
150
IDIOMAS EN QUE SE IMPARTE
CASTELLANO

La Psicofarmacología es una disciplina que evoluciona con gran dinamismo en sus conocimientos; a la velocidad que le van marcando los avances desarrollados por la Neurociencia, de cuyos conocimientos básicos se nutre y desde donde avanza con celeridad en su objetivo último de estudio, que no es otro que la comprensión integrada del funcionamiento de la estructura cerebral normal —objeto de estudio compartido con otra materias psicobiológicas afines, que el estudiante de Psicología ya ha tratado en los primeros años de su formación curricular— y patológica. Particularmente es esta última vertiente a la que la Psicofarmacología rinde mayor atención, puesto que entre sus objetivos de estudio se incluyen, de forma primordial, los aspectos neurobiológicos de los trastornos psicopatológicos, y también las terapias farmacológicas más apropiadas —dicho sea de paso, combinadas de manera acertada cada vez más frecuentemente con la práctica psicoterapéutica— y, en buena medida, más selectivas de uso común en la práctica psiquiátrica en el tratamiento de dichos trastornos.


Es precisamente en este aspecto de los trastornos psicopatológicos —y no sólo por la aportación esencial de los avances neurocientíficos elementales—, donde interviene directamente y marca la pauta la propia Psicofarmacología; de manera habitual en esta disciplina, nuevos conocimientos incorporados de forma reciente, producto de una prolija investigación farmacológica, son reemplazados por otros nuevos en cortos periodos de tiempo. Este ritmo de investigación, en ocasiones insuficiente, es impuesto en buena medida por una demanda de la sociedad, y en concreto de los ámbitos clínico y farmacológico, desde donde se persigue la consecución siempre deseable de unos fármacos cada vez más selectivos, y además con menores efectos secundarios, para el paciente a quien van destinados cuando el consumo es obligado en condiciones de estricta necesidad.


Las drogas psicotrópicas o sustancias psicoactivas utilizadas en la actualidad, bien de forma terapéutica, o en otros casos como drogas de abuso, afectan a procesos bioquímicos que a menudo implican a enzimas, receptores neurales de diversa naturaleza, canales iónicos, neurotransmisores, etc. La acción de un fármaco concreto, que involucra la participación de estos elementos, y que produce una respuesta fisiológica determinada ante un desorden de conducta y/o de un proceso degenerativo específico, es lo que se entiende en psicofarmacología como mecanismo de acción de una droga. Estos y otros procesos neuroquímicos relacionados con los mecanismos de acción de los fármacos psicotrópicos y de las sustancias adictivas, así como los posibles efectos secundarios (fisiológicos, emocionales y/o cognitivos) consecuentes al uso y abuso de los mismos son abordados en los contenidos de esta asignatura.
En concreto, en esta asignatura, se pretende alcanzar los siguientes

Objetivos:
  1.- Conocer los mecanismos neurobiológicos implicados en la acción psicotrópica de las principales sustancias psicoactivas.
  2.- Adentrarse en el estudio de los mecanismos neuroquímicos que subyacen a los principales trastornos conductuales.
  3.- Conocer, de forma precisa, los últimos descubrimientos en materia de sustancias psicoactivas y sus repercusiones en el campo de la Psicología Clínica.

Esta asignatura constituye la tercera materia del área de la Psicobiología que el alumno aborda en los estudios del Grado de Psicología.

Hasta el momento, el alumno ha tenido la oportunidad de entrar en contacto con el estudio de los fundamentos biológicos y neurobiológicos del comportamiento, así como con el estudio de los procesos básicos que constituyen el mismo.

Es desde esta perspectiva, que los conocimientos adquiridos por el alumno en estos dos años anteriores son de importancia fundamental -y necesarios- para poder entender dónde y cómo un determinado psicofármaco es capaz de realizar su acción de cara a la mejora de un determinado trastorno psicopatológico, posibilitándole, así mismo, el entendimiento de los tratamientos que pudieran llevarse a cabo con desviaciones ocasionadas durante el desarrollo – materia que pudiera ser objeto de estudio en el segundo cuatrimestre- así como los efectos que la administración de determinadas sustancias psicoactivas pudieran tener – al ser administradas en los llamados periodos críticos- sobre el desarrollo del organismo.

Es por ello que la Psicofarmacología bebe, se nutre, de las fuentes de los descubrimientos y conocimientos básicos de la Neurobiología y contribuye a la mejora y entendimiento de los trastornos que se pudieran presentar en el comportamiento humano en cualquiera de sus fases vitales; así como también a la explicación, sustentada por investigaciones, sobre los efectos que la ingestión prolongada o no de determinados psicofármacos, pudiera tener sobre el normal desarrollo del organismo, sin olvidar el que pudiera tener como efecto indeseable o colateral en el comportamiento del sujeto patológico y no patológico, que hace, en ocasiones, aflorar una sintomatología que puede confundir a la hora de establecer un diagnóstico determinado o enmascarar o exacerbar lo esencialmente propio de un trastorno.

Así pues, esta asignatura es de importancia fundamental en la formación de un futuro psicólogo, no sólo para aquél que desee dedicarse a la Psicología Clínica, sino también de cualquiera que oriente su actividad profesional en otras áreas de la Psicología, así como a la investigación básica y aplicada.

Es cierto que hoy en día un psicólogo clínico no está autorizado oficialmente a prescribir fármacos psicoactivos ni a trabajar con el paciente en un proceso de retirada de los mismos (esto, en la actualidad, es potestad de otros clínicos, aunque tal situación pudiera cambiar en un futuro no excesivamente lejano según los distintos movimientos profesionales que desde diversos estamentos representativos de la Psicología en nuestro país, desde hace tiempo, se vienen experimentando). Pero siendo ello así, tal hecho no invalida el que un psicólogo en formación -y posteriormente en el ejercicio de su profesión- obtenga y posea unos conocimientos precisos y suficientes de Psicofarmacología, que le ayudarán a entender mejor una determinada sintomatología de un paciente, a sugerir, si fuera el caso, la prescripción (en la actualidad, desviándolo a otro clínico) de alguna sustancia que pudiera contribuir a una mejora más rápida y eficaz del paciente; o la retirada o sustitución de alguna otra que, tomada por el paciente o cliente, pudiera considerar que interfiere con su trabajo en la relación terapéutica con el sujeto. Es indudable, en este sentido, que el psicólogo dispone de técnicas y herramientas que son propias y que contribuyen a la mejora sustancial del paciente sin que para ello sea necesario la utilización de un determinado tratamiento farmacológico. Pero no es menos cierto, y así lo demuestran las experiencias realizadas, que un acertado programa psicoterapéutico combinado con un tratamiento precisamente ajustado de un fármaco, o unos fármacos bien combinados y bien elegidos de acuerdo con la sintomatología de un paciente, lleva a una mejora mayor y más rápida del mismo.

Al finalizar la asignatura, el alumno estará en disposición de:

1.- Conocer las distintas sustancias psicoactivas que, en la actualidad, se utilizan para tratar los principales trastornos psicopatológicos.

2.- Conocer los efectos secundarios y colaterales que tales sustancias tienen en el comportamiento de sujetos patológicos y no patológicos.

3.- Conocer el modo de acción de tales sustancias psicoactivas.

4.- Poder sugerir, en base a todo ello, la prescripción o retirada de un/unos determinado/s psicofármaco/s en aras de conseguir un efecto terapéutico más eficaz en el paciente.

5.- Poder establecer un mejor diagnóstico, si fuera el caso, o intervención con el cliente o paciente, dependiendo del enfoque psicoterapéutico propio del psicólogo. 

6.- Conocer el fármaco y sus modos de acción con objeto de llegar a plantear investigaciones precisas, tanto en el ámbito básico como aplicado, considerando tal o tales sustancias como variables independientes sobre conductas o procesos psicológicos determinados, así como variables contaminantes en los resultados de determinadas investigaciones.

7.- Al afectar los psicofármacos a la conducta del sujeto, su conocimiento, sus modos de acción y sus efectos secundarios y colaterales deben ser, en términos generales, de suma importancia para el ejercicio de cualquier psicólogo en cualquiera de las distintas áreas en la que se desarrolle su ejercicio profesional.