Manuel Portela Valladares (1935-1936)

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Sala V: Historia de la masonería en España

MANUEL PORTELA VALLADARES

(14 de diciembre de 1935 al 19 de febrero de 1936)

Manuel Portela Valladares, Conde de Brias, (A Fonsagrada, Lugo, Galicia, 31 de enero de 1867 - Bandol, Francia, 29 de abril de 1952). Se graduó en derecho en 1889 en la Universidad compostelana ejerciendo de juez municipal y luego como decano del Colegio de Abogados. En 1898, con solo 31 años, consiguió plaza como Registrador de la Propiedad en Madrid. Allí entró en el mundo de la política de la mano de Montero Ríos siendo elegido diputado a Cortes en 1905 y en 1910. Hombre de confianza de José Canalejas, fue nombrado en 1910 Gobernador Civil de Barcelona y dos años más tarde Fiscal del Tribunal Supremo.

En el Boletín Oficial del Gran Oriente Español del 31 de octubre de 1920 se comunica que en la logia Fénix nº 381 de Barcelona, había solicitado iniciación el profano Manuel Portela Valladares. En el número siguiente, de 30 de noviembre de 1920, Manuel Portela Valladares figura ya entre los iniciados adoptando el nombre simbólico de Voluntad. Apenas mes y medio más tarde, recibía los grados 2º y 3º, según los correspondientes certificados de la logia Fénix que se conservan en el Archivo General de la Guerra Civil de Salamanca. En el mes de abril de 1922 fue exaltado al grado 4º.

La logia Fénix, en la que se inició Portela Valladares, estaba compuesta de masones «moderados y francamente conservadores», en donde daban mucha importancia a «las formas, la ceremonia y los rituales», siendo un ejemplo de «logia conservadora». Los miembros de la Fénix opinaban que la masonería catalana estaba en decadencia a causa de la politización partidista allí existente y por las iniciaciones inadecuadas que se habían llevado a cabo. En 1921, la logia Fénix decidió fundar una nueva logia en Barcelona en la que tuvieran cabida los trabajadores y personas de un nivel económico limitado y constituida por «aquellos hombres de buena voluntad que únicamente por causas económicas se ven alejados de nosotros». Creada así en 1921 la nueva logia Liberación, Portela Valladares sería el primer Venerable. Dicha logia contaba ya en 1924 con 70 hermanos

En 1921 tuvo lugar en Moscú el tercer Congreso de la 3ª Internacional en el que Lenin y Trosky propusieron que la adhesión a la masonería fuera prohibida a todo miembro del partido porque: “por sus estatutos, su administración y la manera como son escogidos sus miembros, la masonería no representa otra cosa que un proceso de infiltración de la pequeña burguesía en todas las capas sociales”. Más adelante dijo Trosky que «la masonería, por sus ritos, recuerda las costumbres religiosas, y se sabe que toda religión sojuzga al pueblo». El punto de vista de Trosky fue aprobado por el Congreso, y la Tercera Internacional prohibió a sus miembros formar parte de las logias masónicas.

Pues bien, el 27 de febrero de 1921 tuvo lugar en Barcelona una tenida colectiva entre el Fénix y la Lealtad, dedicada a tratar sobre la Tercera Internacional y la masonería. Portela Valladares, en un largo trabajo sobre la Internacional de Moscú, diría: “Se presenta como un paso más, como una nota de violencia sobreaguda, sangrienta, en la lucha de clases. Aquel socialismo, político, evolutivo, conciliador, democrático, que conocíamos en Occidente, se transformó por la Tercera Internacional en algo agresivo, brutal y destructor en primer término. La Tercera Internacional se llama la victoria del proletariado, y como todas las victorias de guerra que hemos leído, ni más ni menos, impuso al vencido el terrible «vae victis» y ahogó todo sentimiento de piedad… Si toda dictadura me es odiosa, la del proletariado, por ser la menos culta, la más pasional, la menos preparada, no puede parecerme menos odiosa, menos inicua que las demás dictaduras… La dictadura del proletariado es un nombre, es un señuelo que ha servido para que los humildes, los que en tropel han sido tantas veces maltratados, se crean gobernantes, cuando no son más que el trampolín que dio el poder con todas sus consecuencias, a diez, veinte, o cien individuos… Para nosotros, los masones, esa tolerancia que permite el examen libre de los pareceres contrarios, de las opiniones contrarias; que nos manda escuchar reflexivamente todas las ideas y presentarlas a nuestro criterio para analizarlas y juzgarlas, es la primera de las virtudes; y no concebimos que puedan existir progreso, cultura y paz sin esta santa tolerancia…”.

En la Conferencia Internacional de Supremos Consejos del Grado 33 celebrada en Lausanne del 29 de mayo al 3 de junio de 1922, los delegados del Supremo Consejo de España allí presentes fueron Augusto Barcia y Manuel Portela Valladares, ambos grado 33. Portela Valladares y Augusto Barcia volvieron a representar al Gran Oriente Español en el Congreso de la Asociación Masónica Internacional (AMI) celebrado en Bruselas en 1924 y allí acordaron establecer con la Gran Logia Española un pacto de amistad y reconocimiento mutuo, que fue firmado en la capital belga el 26 de septiembre de ese mismo año.

         En 1923 Portela Valladares era nombrado ministro de Fomento del último gabinete liberal de García Prieto, anterior a la dictadura de Primo de Rivera. En 1924 fundó en Vigo El Pueblo Gallego, periódico democrático que hizo campaña a favor de una regeneración de la vida política española. En 1931 contrajo matrimonio con la aristócrata catalana Clotilde Puig i Mir, condesa de Brías, que le proporcionó una importante fortuna. Durante la República fue desde 1931 a 1933 diputado por Lugo y en 1936 salió elegido por la provincia de Pontevedra. En 1935, bajo el gobierno de Alejandro Lerroux, fue Gobernador General de Cataluña (marzo-abril de 1935) y ministro de la Gobernación en dos ocasiones. A finales de año, el presidente de la República Alcalá Zamora le encomendó la presidencia del Gobierno. Tras estallar la Guerra Civil, Portela Valladares permaneció leal a la República, siendo fiel a su ideología liberal y reformista. Participó en las cortes de Valencia reunidas en octubre de 1937.

Finalizada la contienda en 1939, se vio obligado a exiliarse en Francia, donde fue apresado por la Gestapo. En 1940, Manuel Portela Valladares figura como miembro de la logia Hispania, fundada el 22 de noviembre de 1939 con carácter provisional en París bajo los auspicios de la Gran Logia de Francia. En abril de 1943, Manuel Portela Valladares figura como miembros del Supremo Consejo del Grado 33 para España y sus dependencias que se había reconstituido en el exilio de México, si bien él lo hace como «residente en Francia». El 29 de abril de 1952 fallecía en Bandol (Francia).

En 1941 el Tribunal especial para la represión de la Masonería y del Comunismo le condena como autor de un delito consumado de Masonería a la pena de treinta años de reclusión mayor.