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Sara es una recién graduada en Psicología por la UNED. A sus 31 años ha conseguido el sueño que persiguió desde su infancia y que en su momento consideró inalcanzable. Cuando acabó Bachillerato, no se consideraba capacitada para abordar los estudios del grado de Psicología. Por ello, realizó varios ciclos formativos especializados en imagen personal, campo en el que actualmente ejerce su trabajo.
Como muchos otros estudiantes de la UNED, a Sara le interesaba estudiar y saber; sentía una gran curiosidad por todo lo relacionado con el comportamiento humano. Superando su miedo, a los 27 años dio el paso y se matriculó en la UNED.
¿Qué te motivó a estudiar psicología en la UNED?
Mi madre estudió ADE por la UNED, cuando yo era más joven. Ella fue mi principal inspiración. La recordaba luchando por estudiar la carrera que siempre quiso, trabajando y con dos hijas, con todo lo que conlleva. Quise seguir sus pasos. Y la verdad no podría ser más simbólico. He hecho todos los exámenes en el mismo centro que ella los hizo, Barbastro. Incluso me he hospedado en el mismo hostal que ella años atrás en las semanas de exámenes. Además, necesitaba una universidad que me permitiera tener cierta flexibilidad, dado que mi intención era seguir trabajando. Durante los cuatro años he estado indefinida en el mismo puesto y quería poder compaginarlo todo. Por la experiencia de mi madre, sabía que con la UNED podría llevar mis propios horarios y adaptar mis estudios a mis propias circunstancias.
¿Cuáles fueron los mayores desafíos que enfrentaste al estudiar a distancia?
Al principio, me sentía bastante sola. Estudiaba en casa y no acudía a las clases presenciales porque mi centro asociado estaba a dos trayectos de autobús, con horarios complicados. Solo iba para los exámenes. Sin embargo, gracias a la tecnología e internet, pronto descubrí el gran compañerismo que hay en la universidad y pude conectar con muchas personas que estaban estudiando lo mismo que yo. Existen numerosos recursos a nuestro alcance, como el foro de la UNED, grupos de Telegram y WhatsApp, y redes sociales.
Otro reto ha sido la autodisciplina y la gestión del tiempo, pero he aprendido a planificarme y establecer mis propias metas desde el principio, asumiendo retos diarios para no acumular todo al final. En mi caso particular, también tuve que enfrentarme a los viajes para los exámenes, lo que suponía pedir días de vacaciones en mi trabajo e invertir tiempo y dinero para los desplazamientos, pero finalmente lo vi como un crecimiento personal, un tiempo para mí misma, un reto, para obtener lo que tanto deseaba. Estudiar por la UNED implica mucha disciplina, organización y autogestión.
¿Cómo lograste mantener la motivación durante toda la carrera?
Desde que abrí el primer manual me enamoré perdidamente de lo que estaba leyendo. Mi pensamiento fue “voy a ser psicóloga”, y lo he mantenido a lo largo de los años, siendo mi mantra y fuente de motivación en momentos complicados. No siempre ha sido fácil, te enfrentas constantemente a tu propia cabeza y frustración. Muchas veces, lo das todo de ti y no obtienes los resultados que esperas.
Creo que es muy importante mencionar la actitud con la que afrontamos las situaciones, puedes verlo como algo imposible o como un reto. Se trata de superarte, constantemente. No perder la meta, visualizarte consiguiéndolo. Y a partir de ahí, ir sumando, poco a poco. Lo que merece la pena no se consigue de forma sencilla. Disfrutar del proceso es algo que se nos suele olvidar también. Nos enfocamos tanto en el resultado, que no nos permitimos vivirlo. Cuando estudias algo que te gusta tanto, disfrutas por el mero hecho de aprender cosas nuevas sobre ello. La constancia y el cumpliendo pequeños logros, celebrando cada avance, por pequeño que parezca, te mantiene positivo y enfocado. Pensar que cada aprobado te acerca más, cada página, cada cosa aprendida, a eso que tanto quieres. Afrontar que no hay éxito sin fracaso, que ambos son parte de la misma moneda, y que en un resultado entran muchos factores que no puedes controlar. Saber que un número no representa ni lo que sabes, ni lo buen o mal profesional que serás el día de mañana. Son cosas que he ido manteniendo a lo largo de la carrera, y que me he repetido cuando mi cabeza me decía que no. Finalmente ha sido un sí. No puedo obviar la gran red de apoyo que he tenido. Sin mis padres, hermana, amigos, y mi comunidad de redes sociales, hubiera sido todo mucho más complicado. Ellos estaban ahí cuando estaba en mi nube de negatividad, me dieron un abrazo y me repitieron que todo saldría bien. Creían en mí y no han parado de recordármelo cuando lo he necesitado.
¿Cómo era la interacción con profesores y compañeros en un entorno de educación a distancia?
Gracias a ciertos recursos que tenemos hoy en día, es todo mucho más sencillo. A través de los foros, de correos y de grupos, tienes la oportunidad de contactar con los profesores y tus compañeros. Estos medios te facilitan mantenerte proactivo. Cuando he tenido alguna duda, he escrito a través del foro o directamente al equipo docente, orientándome y ayudándome a comprender mejor el tema.
Con mis compañeros existe una sensación de comunidad muy bonita, fomentando el intercambio de ideas y opiniones. Es fácil sentirte conectada si estás dispuesto a participar de forma activa. Lo pude experimentar sobre todo en mis prácticas, dado que fueron en modalidad virtual. Además, gracias a las redes sociales he conocido a muchas personas que tenían las mismas metas que yo, por ejemplo, con la comunidad creada en Twitch, donde estudiamos juntos todos los días a través de la plataforma en directo, he podido conectar a niveles profundos con algunos de mis compañeros. Me ha permitido llegar a mucha gente, y ayudarnos entre todos a mantenernos enfocados y motivados.
Puede sonar algo extraño, porque en realidad estoy en mi habitación, pero la sensación de comunidad y de pertenencia es preciosa. A través del chat hablamos de diferentes temas, nos aconsejamos, nos sentimos escuchados y valorados. Jugamos a cosas en los descansos, nos mantenemos activos… Se lo recomendaría a cualquier persona que se sienta sola, que necesite motivación y disciplina. Algo así como “si Sara dice que se pone a las 15:00 el lunes, me pongo yo también”. Todos a estudiar con “psiconsara”.
En Instagram, TikTok o YouTube, encontramos también mucho contenido creado para ayudarnos entre nosotros, este material es muy valioso para tener en cuenta. Como me dice mi madre “eso cuando yo estudiaba, no estaba”.
Has comentado que has participado en foros y en grupos de estudio online ¿Qué beneficios obtuviste?
Me ayudó a conectar mucho con mis compañeros y a enriquecerme. Ver el punto de vista de los demás te abre puertas. Disfruté mucho y obtuve un gran apoyo, algo que es de valorar en una modalidad de estudio a distancia. Cuando me asaltaban dudas, acudía a los foros o a preguntas realizadas por mis compañeros. Además, se generaban debates sobre los temas que estábamos viendo o estudiando, y conocer cómo los demás abordaban el tema en cuestión desde su perspectiva, me ayudó a comprender mejor y profundizar en la materia. Los grupos de estudio online fueron esenciales; han hecho el proceso más llevadero y motivador. Y ahora que estoy preparando el PIR, no pienso dejar de recurrir a ellos.
¿Qué consejos darías para combatir la sensación de aislamiento al estudiar a distancia?
Participar activamente en los foros para conectar con otros compañeros, crear o unirte a comunidades online plataformas como Twitch, Discord, Instagram… estudiar acompañado, aunque sea de forma virtual, te ayuda mucho. Ponemos la cámara en Discord, y es muy interesante ver los escritorios o apuntes de los demás. Una propuesta interesante podría ser establecer alguna rutina compartida con amigos o compañeros de clase, explicando los temas a través de videollamadas, hacer preguntas de exámenes en común.
¿Qué habilidades crees que desarrollaste especialmente al estudiar a distancia?
En primer lugar, la autogestión y disciplina se convirtieron en herramientas muy importantes. El sentido de la responsabilidad y organización, constancia. Supongo que partía de una forma de ser muy responsable e implicada, pero se me ha potenciado muchísimo, y es algo que tengo que agradecer a la UNED.
En segundo lugar, cabe mencionar la adaptación constante y la flexibilidad. Te enfrentas a situaciones inesperadas, y has de estar vigilando tu enfoque y forma de hacer las cosas, para tu propio crecimiento. Me ha enseñado el poder de la resiliencia y a enfrentar desafíos con una mentalidad más abierta.
No puedo evitar mencionar aquí el grandísimo crecimiento personal que he adquirido a lo largo de estos años. Creo firmemente que la UNED te cambia, no eres el mismo que cuando empezaste. Y en mi caso, ha impactado sumamente de forma positiva. No solo soy psicóloga, soy una mejor versión de mí misma.
La historia de Sara ilustra cómo la autodisciplina y una red de apoyo sólida son aspectos fundamentales para el éxito en un entorno educativo flexible. Su experiencia es solo una de las muchas que se esconden tras las más de 1750.000 matículas en la UNED, una institución que se distingue por su firme compromiso de ofrecer formación accesible, sin importar la edad, el tiempo o el espacio de sus estudiantes. La misión de la UNED es clara: proporcionar a quienes buscan conocimiento la oportunidad de transformar sus vidas. La flexibilidad de sus programas y el uso eficaz de recursos digitales permiten a los estudiantes superar desafíos tanto personales como profesionales, convirtiendo así el proceso de aprendizaje en una experiencia verdaderamente enriquecedora.