asignatura master 2023

asignatura master 2023

FINANZAS SOSTENIBLES

Código Asignatura: 25501065

PRESENTACIÓN Y CONTEXTUALIZACIÓN

FINANZAS SOSTENIBLES
25501065
2022/2023
TÍTULOS DE MASTER EN QUE SE IMPARTE MÁSTER INTERUNIVERSITARIO EN SOSTENIBILIDAD Y RSC (UNED-UJI)
CONTENIDOS
15
375
SEMESTRE 2
CASTELLANO

El Módulo Finanzas Sostenibles tiene carácter optativo, consta de 15 créditos y se imparte en el segundo cuatrimestre. Está compuesto por los siguientes bloques temáticos:

  • Introducción: la RSC y el sistema financiero
  • Inversiones socialmente responsables
  • La financiación con criterios de sostenibilidad

Si quieres saber un poco más sobre cómo las finanzas y la inversión responsable de impacto contribuye a los ODS puedes inscribirte en este curso gratuito:

https://iedra.uned.es/courses/course-v1:UNED+RoleSocResInv_003+2022/about

La asignatura de finanzas sostenibles es una asignatura optativa dirigida especialmente a estudiantes que quieran trabajar en el mundo financiero o profesionales que ya lo estén haciendo y que necesiten completar su formación en esta nueva forma de entender las finanzas y conocer las nuevas exigencias y requerimientos en materia ambiental y de sostenibilidad que afectan al sector financiero.

La Comisión Europea define las Finanzas Sostenibles a la capacidad que tienen los mercados e intermediarios financieros de canalizar recursos hacia proyectos que contribuyen más positivamente a los ODS y a la lucha contra el cambio climático. 

El principal objetivo las finanzas sostenibles es la reorientación de los flujos de capital hacia inversiones sostenibles. Afecta tanto a los mercados de financiación e inversión como al negocio de las entidades bancarias. Los intermediarios financieros son claves pues son quienes deciden qué se financian, a quién se financia y cómo y a través de qué instrumentos y tiene una influencia enorme en que el modelo de desarrollo económico sea más sostenible. La inversión socialmente responsable y de impacto requiere de instrumentos adecuados que permitan incorporar información ASG (ambiental social y de gobernanza) en la selección de los activos, permitiendo a los inversores seguir y medir el rendimiento de estos. Tanto desde el ámbito público como del privado, se han venido estableciendo un creciente número de estándares que facilitan la clasificación de las actividades como sostenibles o que permiten determinar en qué condiciones un determinado instrumento financiero cumple los requisitos para considerarse sostenible. Se han creado normas y etiquetas para algunos productos financieros sostenibles e importantes obligaciones de transparencia para empresas y gestores de fondos para garantizar su credibilidad. También han surgido iniciativas para facilitar la inversión en proyectos de infraestructura sostenible como el desarrollo de estándares de bonos verdes europeos cuyo fin es potenciar este tipo de productos y canalizar así mayores volúmenes de inversión hacia proyectos sostenibles de manera que se facilite la transición hacia un modelo de economía más sostenible, ecológica y resiliente.

Son múltiples y diversos los acuerdos, compromisos y estándares internacionales que, tanto desde el ámbito público, como desde el privado han ido surgiendo desde finales del siglo pasado con el objetivo último de fomentar las finanzas sostenibles. Las iniciativas han ido evolucionando desde las recomendaciones, estándares y/o principios de adhesión voluntaria, a directivas y reglamentos que obligan a entidades y empresas de ciertos sectores y/o tamaño en ámbitos diversos relativos a la consideración de los factores ASG.

Entre las iniciativas voluntarias nos encontramos con los llamados Principios de Ecuador, formulados por la Corporación Financiera Internacional (IFC) en 2003 o la iniciativa de NNUU, UNEP FI (United Nations Environment Programme Finance Iniciative, y sus principios de inversión Responsable (PRI), los principios para seguros sostenibles (PSI) o los principios para la banca responsable (PRB). También son relevantes la Task Force on Climate-related Financial Disclosures (TCFD)  del Consejo de Estabilidad Financiera o las iniciativas sobre bonos verdes, sociales o sostenibles  por parte de la Asociación Internacional de Mercado de Capital (ICMA) o la Guía de uso para el estándar de Bonos Verdes de la UE base para la futura Ley del Bono Verde Europeo son otros ejemplos.

Pero es el Plan de acción: financiar el desarrollo sostenible de la Comisión Europea de 2018 el que sin duda está dando mayor impulso a este mercado y está haciendo que la preocupación por estos temas esté en la agenda de bancos centrales, supervisores, reguladores y entidades financieras privadas. La Unión Europea, en su ambicioso paquete de medidas recogido bajo el EU Green Deal, tiene como objetivo un cambio del modelo económico y social, destinando el 37% del presupuesto comunitario en los próximos años a proyectos e inversiones catalogadas como sostenibles de acuerdo con el Reglamento de la taxonomía de la UE. Pero las finanzas sostenibles no se reducen a la lucha contra el cambio climático u otros objetivos medioambientales, sino que incorporan en la gestión financiera riesgos y oportunidades de carácter social cómo la diversidad y el género, los derechos humanos, la protección de los datos, la relación con la comunidad o los estándares laborales y la lucha contra la desigualdad. También el buen gobierno de las empresas es considerado a la hora de dirigir el ahorro y la inversión y la financiación de manera sostenible y responsable. El deber fiduciario y la buena diligencia de los gestores exige incorporar intereses a largo plazo que benefician a los accionistas (principal) y al resto de stakeholders en beneficio de la empresa y de la sociedad.

Respecto a las iniciativas legislativas, un pilar relevante sobre el que versa el resto de iniciativas recientes es el Reglamento de la Taxonomía verde del 2020 de la Unión Europea, que define cuándo una actividad económica tendrá¿ la consideración de medioambientalmente sostenible. Otro de los pilares regulatorios en la UE es el de la transparencia y divulgación de los factores ASG. Grandes compañías cotizadas, bancos y aseguradoras, entre otras de interés público, deben cumplir con la Directiva 2014/95 (NFRD) sobre reporte de información no financiera. Y el Reglamento UE 2019/2088 (SFDR) de divulgación de información sobre sostenibilidad en el sector financiero, establece obligaciones para los participantes de la industria financiera.

El Banco Central Europeo, la Autoridad Bancaria Europea (EBA),  la Autoridad de Valores y Mercados (ESMA, por sus siglas en inglés) y la Autoridad Europea de Seguros y Pensiones de Jubilación (EIOPA, por sus siglas en inglés), han recibido mandatos de desarrollar planes de acción en finanzas sostenibles en sus respectivas tratando de incorporar los riesgos ASG en el proceso de evaluación supervisora, así como en el desarrollo de estándares técnicos que permitan la medición y divulgación de estos riesgos. Así pues, la gestión de riesgos ASG será un factor crítico en los ejercicios de supervisión (inspecciones, consideración de capital adicional por Pilar II en las normas de solvencia bancarias, asegurar el cumplimiento de las obligaciones de información al mercado, etc.). 

No obstante, la gestión de los riesgos ASG y en especial los climáticos se enfrenta todavía a importantes retos derivados de la propia naturaleza y complejidad de estos riesgos, de la no existencia de información homogénea sobre los factores ASG, con fuentes de datos no totalmente consistente, de la falta de conocimiento y experiencia en su gestión, y de la complejidad de las herramientas disponibles de medición del impacto medioambiental y climático. La necesidad de dar cumplimiento a la normativa y requisitos regulatorios y supervisores que afectarán a los nuevos requerimientos en ASG, una gobernanza adecuada, la correcta identificación de riesgos y la disponibilidad de datos son los mayores retos que se deben abordar en este sentido.