Mario Moreno "Cantinflas"
Mario Moreno "Cantinflas"
MARIO MORENO REYES "CANTINFLAS" (1911-1993)
El “Charles Chaplin mexicano” adquirió pronto un portentoso talento, extraordinaria personalidad y vertiginosa popularidad, factores que han permitido que distintas disciplinas como Antropología, Lingüística, Filosofía etc…, analizaran desde 1950 a Mario Fortino Alfonso Moreno Reyes. Se le conoce artísticamente como “Cantinflas” (apócope de "cuanto inflas" por su capacidad de sobreactuación) o “El Mimo de la Gabardina”, un cómico personaje al que dio vida en todas sus producciones.
Nació en el seno de una familia humilde en Ciudad de México el 12 de agosto de 1911 y falleció en la misma localidad el 20 de abril de 1993. Fue un reconocido actor y comediante que trabajó entre los años 1930-1980. Se crío en los arrabales de Santa María La Ribera siendo el sexto hijo del matrimonio de P. Moreno Esquivel y Mª de la Soledad Reyes. Poco después se mudaría a Tepito, un conflictivo barrio. En 1928 se alistaría en el ejército mexicano como soldado en el batallón de la 3ª Compañía de Infantería en el que trabajaba como mecanógrafo. Pronto su padre escribiría a las Fuerzas Armadas para dar de baja a su hijo M. Moreno, por tener dieciséis años y no veintiuno como argumentaba el impúber soldado. Al ver frustrada su vocación, M. Fortino Alfonso Moreno Reyes se introduciría en el mundo del boxeo para intentar ganarse el sustento económico. A pesar de su fuerza y coraje, el “Chato Moreno” fue noqueado en su primer combate. Al poco tiempo lo abandonó ingresando en una compañía ambulante por su carácter cómico trabajando como payaso, funambulista y bailarín. En las carpas circenses mexicanas fue donde conocería a su futura esposa V. Ivanona, con la que contrajo matrimonio en 1934.
Desde esta fecha, “Cantinflas” interpretaría ambivalentes personajes en distintas funciones teatrales y producciones cinematográficas, “Ahí está el detalle” (1934) iniciando así el ejercicio profesional con su socio y amigo M. Medel Ruiz. En 1940 fundó la productora “Posa Film” junto a sus colegas J. Gelman y S. Riachi, quienes consolidaron su carrera como actor. Se incorporaría en 1944 a la Asociación Nacional de Actores, en la que sería nombrado Secretario del Sindicato de Trabajadores de la Producción Cinematográfica. M. Moreno “Cantinflas”, daba sus primeros pasos en el Cine y no tardaría en convertirse en un afamado actor. Durante los años 1950-1960, reiteraría su faceta cómica, dicharachera y sarcástica que le permitiría obtener distintos galardones (como el Globo de Oro).
“Cantinflas” colaboró en más de cuarenta filmes, de los cuales escribió seis. Algunas de sus producciones en blanco y negro han tenido un rotundo éxito. Entre ellas resaltan: “Así es mi tierra” (1937); “El signo de la muerte” (1939); “El gendarme desconocido” (1941); “El supersabio” (1948); “Lluvia de estrellas” (1951); “Si yo fuera diputado” (1952); “Entrega inmediata” (1963). También participó y protagonizó películas en color, “La vuelta al mundo en ochenta días” (1956); “El Analfabeto” (1960); “El señor doctor” (1965); “Su Excelencia” (1967); “El profe” (1971); “El patrullero 777” (1978) y “El barrendero” (1981).
Finalmente “Cantinflas” falleció por un cáncer de pulmón a principios de los años noventa.
Realizó su solicitud de admisión en un taller masónico en 1943 aunque “Cantinflas” ingresaría en masonería en 1948, como bien indica la firma de su acta. Fue recibido en la logia "Chilam Balam”, localizada en el barrio de San Rafael, en el Distrito Federal, auspiciada por la Gran Logia del Valle de México, dependiente del Gran Oriente de México. Al poco tiempo realizaría su pase a Compañero y finalmente fue elevado al Grado de Maestro masón. Posteriormente fue nombrado grado 33 Honorario del Rito Escocés Antiguo y Aceptado. Tras la muerte del actor, se constituyó in memoriam la logia "Mario Moreno Cantinflas” nº 177, dependiente de la Gran Logia del Valle de México.
Las ideas filomasónicas de Mario Moreno “Cantinflas” queda patente en el papel de embajador mexicano en la Organización de Naciones Unidas que protagoniza en 1966 en la película "Su Excelencia". Allí se presenta como albañil no agremiado, es decir, masón libre o franc-masón para pronunciar un articulado discurso ante la ONU en el que el diplomático deberá elegir una de las potencias emergentes en la Guerra Fría; EE.UU. (“Colorados”) o la U.R.S.S. (“Verdes”) y posicionarse ante otros países como Alemania (Salchichonia), etc.
El diplomático mexicano defiende que las personas deben ser librepensadoras y tolerantes. En la película se contemplan algunas muertes provocadas por las divergencias políticas de los individuos, promoviendo así el beneficio del poder. El cómico defiende que no se debe ir en contra de la ley de Dios pese a que la Humanidad sea destructiva y que si no se camina hacia valores como la tolerancia, la fraternidad o el respeto, el mundo acabará destruido.
Discurso de M. Fortino Alonso Moreno Reyes “Cantinflas” ante la O. N. U. en la película “Su Excelencia” (Ciudad de México, 1967)
“Me ha tocado en suerte ser último orador, cosa que me alegra mucho porque, como quien dice, así me los agarro cansados. Sin embargo, sé que a pesar de la insignificancia de mi país que no tiene poderío militar, ni político, ni económico, ni mucho menos atómico, todos ustedes esperan con interés mis palabras ya que de mi voto depende el triunfo de los Verdes o de los Colorados.
Señores Representantes: Estamos pasando un momento crucial en que la Humanidad se enfrenta a la misma Humanidad. Estamos viviendo un momento histórico en que el hombre científica e intelectualmente es un gigante, pero moralmente es un pigmeo. La opinión mundial está tan profundamente dividida en dos bandos aparentemente irreconciliables, que dado el singular caso, que queda en sólo un voto. El voto de un país débil y pequeño pueda hacer que la balanza se cargue de un lado o se cargue de otro lado. Estamos, como quien dice, ante una gran báscula: con un platillo ocupado por los Verdes y con otro platillo ocupado por los Colorados. Y ahora llego yo, que soy de peso pluma como quien dice, y según donde yo me coloque, de ese lado seguirá la balanza. ¡Háganme el favor!... ¿No creen ustedes que es mucha responsabilidad para un solo ciudadano? No considero justo que la mitad de la Humanidad, sea la que fuere, quede condenada a vivir bajo un régimen político y económico que no es de su agrado, solamente porque un frívolo embajador haya votado, o lo hayan hecho votar, en un sentido o en otro.
El que les habla, su amigo... yo... no votaré por ninguno de los dos bandos (voces de protesta). Y yo no votaré por ninguno de los dos bandos debido a tres razones: primera, porque, repito que no sería justo que el solo voto de un representante, que a lo mejor está enfermo del hígado, decidiera el destino de cien naciones; segunda, estoy convencido de que los procedimientos, repito, recalco, los procedimientos de los Colorados son desastrosos (voces de protesta de parte de los Colorados); ¡y tercera!... porque los procedimientos de los Verdes tampoco son de lo más bondadoso que digamos (ahora protestan los Verdes). Y si no se callan ya yo no sigo, y se van a quedar con la sensación de saber lo que tenía que decirles.
Insisto que hablo de procedimientos y no de ideas ni de doctrinas. Para mí todas las ideas son respetables, aunque sean “ideítas” o “ideotas”, aunque no esté de acuerdo con ellas. Lo que piense ese señor, o ese otro señor, o ese señor (señala), o ese de allá de bigotico que no piensa nada porque ya se nos durmió, eso no impide que todos nosotros seamos muy buenos amigos. Todos creemos que nuestra manera de ser, nuestra manera de vivir, nuestra manera de pensar y hasta nuestro modito de andar son los mejores; y el chaleco se lo tratamos de imponérselo a los demás y si no lo aceptan decimos que son unos tales y unos cuales y al ratito andamos a la greña. ¿Ustedes creen que eso está bien? Tan fácil que sería la existencia si tan sólo respetásemos el modo de vivir de cada quién. Hace cien años ya lo dijo una de las figuras más humildes pero más grandes de nuestro continente: “El respeto al derecho ajeno es la paz” (aplausos). Así me gusta... no que me aplaudan, pero sí que reconozcan la sinceridad de mis palabras.
Yo estoy de acuerdo con todo lo que dijo el representante de Salchichonia (alusión a Alemania) con humildad, con humildad de albañiles no agremiados debemos de luchar por derribar la barda que nos separa, la barda de la incomprensión, la barda de la mutua desconfianza, la barda del odio, el día que lo logremos podemos decir que nos volamos la barda (risas). Pero no la barda de las ideas, ¡eso no!, ¡nunca!, el día que pensemos igual y actuemos igual dejaremos de ser hombres para convertirnos en máquinas, en autómatas.
Este es el grave error de los Colorados, el querer imponer por la fuerza sus ideas y su sistema político y económico, hablan de libertades humanas, pero yo les pregunto: ¿existen esas libertades en sus propios países? Dicen defender los Derechos del Proletariado pero sus propios obreros no tienen siquiera el derecho elemental de la huelga, hablan de la cultura universal al alcance de las masas pero encarcelan a sus escritores porque se atreven a decir la verdad, hablan de la libre determinación de los pueblos y sin embargo hace años que oprimen una serie de naciones sin permitirles que se den la forma de gobierno que más les convenga. ¿Cómo podemos votar por un sistema que habla de dignidad y acto seguido atropella lo más sagrado de la dignidad humana que es la libertad de conciencia eliminando o pretendiendo eliminar a Dios por decreto? No, señores representantes, yo no puedo estar con los Colorados, o mejor dicho con su modo de actuar; respeto su modo de pensar, allá ellos, pero no puedo dar mi voto para que su sistema se implante por la fuerza en todos los países de la tierra (voces de protesta). ¡El que quiera ser Colorado que lo sea, pero que no pretenda teñir a los demás! - Los Colorados se levantan para salir de la Asamblea -.
¡Un momento jóvenes!, ¿pero por qué tan sensitivos? Pero si no aguantan nada, no, pero si no he terminado, tomen asiento. Ya sé que es costumbre de ustedes abandonar estas reuniones en cuanto oyen algo que no es de su agrado; pero no he terminado, tomen asiento, no sean precipitosos... todavía tengo que decir algo de los Verdes, ¿no les es gustaría escucharlo? Siéntese (va y toma agua y hace gárgaras, pero se da cuenta que es vodka).
Y ahora, mis queridos colegas Verdes, ¿ustedes qué dijeron?: “Ya votó por nosotros”, ¿no?, pues no, jóvenes, y no votaré por ustedes porque ustedes también tienen mucha culpa de lo que pasa en el mundo, ustedes también son medio soberbios, como que si el mundo fueran ustedes y los demás tienen una importancia muy relativa, y aunque hablan de paz, de democracia y de cosas muy bonitas, a veces también pretenden imponer su voluntad por la fuerza, por la fuerza del dinero. Yo estoy de acuerdo con ustedes en que debemos luchar por el bien colectivo e individual, en combatir la miseria y resolver los tremendos problemas de la vivienda, del vestido y del sustento. Pero en lo que no estoy de acuerdo con ustedes es la forma que ustedes pretenden resolver esos problemas, ustedes también han sucumbido ante el materialismo, se han olvidado de los más bellos valores del espíritu pensando sólo en el negocio, poco a poco se han ido convirtiendo en los acreedores de la Humanidad y por eso la Humanidad los ve con desconfianza.
El día de la inauguración de la Asamblea, el señor embajador de Lobaronia dijo que el remedio para todos nuestros males estaba en tener automóviles, refrigeradores, aparatos de televisión; ju... y yo me pregunto: ¿para qué queremos automóviles si todavía andamos descalzos?, ¿para qué queremos refrigeradores si no tenemos alimentos que meter dentro de ellos?, ¿para qué queremos tanques y armamentos si no tenemos suficientes escuelas para nuestros hijos? (aplausos).
Debemos de pugnar para que el hombre piense en la paz, pero no solamente impulsado por su instinto de conservación, sino fundamentalmente por el deber que tiene de superarse y de hacer del mundo una morada de paz y de tranquilidad cada vez más digna de la especie humana y de sus altos destinos. Pero esta aspiración no será posible si no hay abundancia para todos, bienestar común, felicidad colectiva y justicia social. Es verdad que está en manos de ustedes, de los países poderosos de la tierra, ¡Verdes y Colorados!, el ayudarnos a nosotros los débiles, pero no con dádivas ni con préstamos, ni con alianzas militares.
Ayúdennos pagando un precio más justo, más equitativo por nuestras materias primas, ayúdennos compartiendo con nosotros sus notables adelantos en la ciencia, en la técnica... pero no para fabricar bombas sino para acabar con el hambre y con la miseria (aplausos). Ayúdennos respetando nuestras costumbres, nuestra dignidad como seres humanos y nuestra personalidad como naciones por pequeños y débiles que seamos; practiquen la tolerancia y la verdadera fraternidad, que nosotros sabremos corresponderles, pero dejen ya de tratarnos como simples peones de ajedrez en el tablero de la política internacional. Reconózcannos como lo que somos, no solamente como clientes o como ratones de laboratorio, sino como seres humanos que sentimos, que sufrimos, que lloramos.
Señores representantes, hay otra razón más por la que no puedo dar mi voto: hace exactamente veinticuatro horas que presenté mi renuncia como embajador de mi país, espero me sea aceptada. Consecuentemente no les he hablado a ustedes como Excelencia sino como un simple ciudadano, como un hombre libre, como un hombre cualquiera pero que, sin embargo, cree interpretar el máximo anhelo de todos los hombres de la tierra, el anhelo de vivir en paz, el anhelo de ser libre, el anhelo de legar a nuestros hijos y a los hijos de nuestros hijos un mundo mejor en el que reine la buena voluntad y la concordia. Y qué fácil sería, señores, lograr ese mundo mejor en que todos los hombres blancos, negros, amarillos y cobrizos, ricos y pobres pudiésemos vivir como hermanos. Si no fuéramos tan ciegos, tan obcecados, tan orgullosos, si tan sólo rigiéramos nuestras vidas por las sublimes palabras que hace dos mil años dijo aquel humilde carpintero de Galilea, sencillo, descalzo, sin frac ni condecoraciones: “Amaos... amaos los unos a los otros”, pero desgraciadamente ustedes entendieron mal, confundieron los términos, ¿y qué es lo que han hecho?, ¿qué es lo que hacen?: “Armaos los unos contra los otros”
He dicho....”
Fuentes:
-Agrasánchez, R. (2001) “Cine mexicano. Poster art from the golden age: 1936-1956”, Chronicle Books Ed., San Francisco, pp. 132.
-Pilcher, J. M. (2001) “Cantinflas and the Chaos of Mexican Modernity”, Rowman and Littlefield Ed., U.S.A., pp. 1-4.
-Rutiaga, L (2004) “Mario Moreno Cantinflas”, Ed. Tomo 1, Colección Los Grandes Mexicanos, Ciudad de México, pp. 187.
Webgrafía:
-http://www.youtube.com/watch?v=WOuHaadMRyU
-http://www.renaissancehouse.net/pdf/cantinflas.pdf
Redactado por: Fernando Gil González (UNED).