Historia del edificio del Centro Asociado de Plasencia - UNED

Historia del edificio del Centro Asociado

Plasencia, rica y próspera ciudad y capital de una de las diócesis más extensa de España, apenas disponía en el siglos XVI de estudios superiores y de prestigio: la escuela catedralicia, los estudios de los franciscanos y dominicos y sobre todo del llamado “Estudio del río” integraban un panorama insuficiente para una población que por aquel entonces, rebasaba los 7.000 habitantes.

El Colegio placentino de Santa Ana y San Vicente debe su existencia a la generosidad el Obispo Gutierre de Vargas Carvajal. Cuando éste acudió al Concilio de Trento, conoció a los jesuitas y, a sugerencia de uno de ellos, llamado Lainez, se ofreció a levantar el colegio, costeando la iglesia y la casa, con el fin de erradicar la ignorancia “que por aquel tiempo mucho se había apoderado de la gente en Extremadura”. La fundación del Colegio fue confirmada por el emperador Carlos V el 7 de febrero de 1556.

Para el nuevo edificio, se escogió el lugar en el que hoy se encuentra, al noroeste, lindante con la antigua fortaleza. El Ayuntamiento placentino les entregó el sitio y una gran huerta, y al mismo tiempo les permitió abrir en las murallas, un portillo que estaba cerrado y que ponía en comunicación el Colegio con la citada huerta extramuros de la ciudad.

El obispo pretendió levantar un edificio tan magnífico como el de Madrid. El conjunto de la construcción se repartió en varias partes. La más importante y de mayor inversión fue el patio grande, que resulto más largo que ancho. En su contorno, se distribuyen las principales dependencias: un segundo patio hizo de claustro de la iglesia, en uno de cuyos lados se abría una capilla construida en 1598. Las demás partes estaban ocupadas por aulas y oficinas para los estudios.

El Colegio comenzó a funcionar en septiembre de 1555, siendo el primer rector el P. Francisco Villanueva. En principio, los estudios impartidos fueron: cuatro de gramática, uno de retórica y latinidad; más tarde, arte y teología. Cuarenta jesuitas residían allí. Eran confesores, predicadores y estudiantes de la propia compañía. La biblioteca estaba formada en sus inicios por una entrega de “cien cuerpos de libros teológicos y de letras humanas”.

En 1767, el rey Carlos III, expulsó a los jesuitas de España, y sus colegios pasaron a convertirse, en su mayor parte, en instituciones benéficas. En estos momentos vivían en el Colegio trece jesuitas. El rey encomendó al obispo placentino, el establecimiento de un hospicio y casa de niños expósitos en el colegio jesuítico, pero faltaban medios para su dotación. Poco después, en ese nuevo hospicio placentino, se instaló una fábrica de paños en la que trabajaban “los recogidos”.

A partir de 1775, se ordenó a un maestro arquitecto que reconociera el edificio de los jesuitas y lo distribuyera para hospicio y casa de recogimiento de hombres, mujeres y niños. Pascual Madoz nos recuerda: “En las afueras hay una casa de pobres para recogimiento de los infelices pasajeros. Un hospicio y una casa cuna para todos los pueblos del obispado, establecido en el local que fue colegio de los jesuitas, vasto edificio con una magnífica escalera de piedra, dilatada huerta, gran lavadero, estanque, fuente y todas las comodidades en que contribuyen los pueblos por repartimiento.”

En 1928, la antigua Casa de la Compañía de Jesús fue destinada a Casa de Salud, condición que perdió cuando se construyó el nuevo psiquiátrico.

Gracias al empeño, del alcalde de la ciudad Cándido Cabrera y a su corporación, el viejo colegio de los jesuitas acoge desde finales de la década de los 90 del siglo XX y hasta la actualidad, el Centro Asociado a la UNED en Plasencia.

El inmueble ha recuperado su antiguo esplendor con la rehabilitación que pone en valor el empaque del mismo. La planta del edificio es cuadrada. En el interior y planta baja, hay un patio central con arcos de medio punto, en torno al cual, se distribuyen las distintas dependencias del Centro (en la actualidad Escuela Oficial de Idiomas). En esta misma planta, se encuentra, la sala de exámenes y la conserjería de la UNED.

En la primera planta de más de dos mil metros, se distribuyen las distintas aulas, seminarios, tutoría, así como la biblioteca, con 80 plazas de lectura. En esta planta se ubica también las aulas de informática para profesorado tutor y estudiantado, la sala de videoconferencia y las dependencias, dedicadas a la administración, secretaria y dirección del Centro Asociado. La segunda planta de seiscientos metros, alberga el Salón de Actos, así como los laboratorios de Ciencias Físicas, Químicas y Psicología.