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Enseñanza de la Constitución

Indicaciones generales

La Constitución española está presente en la enseñanza obligatoria y en el Bachillerato, tanto en los programas de Historia de España como en la educación para la ciudadanía y en la educación en valores.

Desde cualquiera de estas perspectivas, sin embargo, sólo puede comprenderse correctamente la Constitución teniendo en cuenta que se trata, ante todo, de la norma suprema del ordenamiento jurídico. Tal cualidad determina decisivamente tanto el significado histórico de la Constitución como el modo en que procura una convivencia ciudadana conforme a ciertos valores consagrados en ella.

Los profesores implicados en la enseñanza de la Constitución en esos niveles, sin embargo, no siempre están en condiciones de valorar adecuadamente esa naturaleza específica de la Constitución como norma jurídica colocada en la cúspide del ordenamiento. El objetivo del curso es precisamente proporcionarles nociones básicas y materiales idóneos que les permitan comprender el significado y alcance efectivos de la Constitución española desde esa perspectiva.

Nuestra tarea se agota aquí. A partir de estos conocimientos, son los propios alumnos, ahora en su calidad de profesores de colegio o instituto, los que están en condiciones óptimas para decidir cómo tal perspectiva de análisis de la Constitución puede ser trasladada a sus alumnos. Por eso, les pedimos como trabajo de curso que nos ofrezcan un ejemplo de ello, articulado en la forma convencional de unidad didáctica, esto es, de lección de libro de texto. Nosotros valoraremos la adecuación de ese trabajo a la peculiar naturaleza de la Constitución que en el curso pretendemos destacar, al mismo tiempo que aprendemos de nuestros alumnos el modo en que los niños y los jóvenes españoles mejor pueden percibirla.

Contenido

Para alcanzar esos conocimientos sobre la Constitución española, por supuesto, no es necesario que nuestros alumnos sean licenciados en Derecho; pero sí han de disponer de una noción precisa, aunque sea elemental, de lo que el Derecho es, que vaya más allá del casi intuitivo sentimiento de justicia que todos tenemos y del poso que nos dejan las múltiples informaciones y experiencias relacionadas con leyes, abogados o tribunales: una noción que reduzca a sistema conceptual tal cúmulo de datos; a esa cuestión se dedica el primer tema. El segundo muestra los significados esenciales del término “Constitución”, en buena medida acuñados en confrontación recíproca a lo largo del siglo XIX; el objetivo es deslindar el que resulta más adecuado a la comprensión actual de la misma frente a otros que, utilizados todavía hoy, oscurecen sin embargo la especificidad de las Constituciones realmente vigentes. El tercero se ocupa ya de precisar el significado de la Constitución como norma jurídica: su origen en el tiempo, sus funciones, las garantías de su supremacía en el ordenamiento.

A partir de la comprensión ya alcanzada del concepto de Constitución se pasa al estudio más concreto de la Constitución española. Hemos evitado, sin embargo, analizarla como un mero fenómeno histórico: texto que resulta de un concreto proceso constituyente, enmarcado en el espacio temporal más amplio de la transición, y que permanece en el posterior desenvolvimiento político y social de España. De un lado, se trata del enfoque más usual, que todos los profesores conocen sobradamente, y por ello no tiene mayor sentido insistir en él. Pero, sobre todo, es una perspectiva que termina por desconocer lo que la Constitución tiene de específico frente a esos desarrollos históricos: su carácter normativo.

Desde el enfoque que el curso propone, pues, se estudian a continuación las determinaciones esenciales de la Constitución: la caracterización de España como un Estado social y democrático de Derecho que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político (art. 1.1 de la Constitución, lección IV del programa); la peculiar eficacia de la Constitución como norma que deben aplicar todos los jueces, y especialmente la función de garantía que corresponde al Tribunal Constitucional (lección V); la forma en que la Constitución regula tanto la creación de las normas que rigen más en concreto los diversos ámbitos de la convivencia como su aplicación por parte de los jueces y de la Administración (lección VI); los derechos fundamentales que la Constitución garantiza (lección VII); la articulación territorial del poder público en dos niveles, Estado y Comunidades Autónomas, que la propia Constitución prevé (lección VIII); la organización de los poderes centrales del Estado en forma de régimen parlamentario de gobierno (lección IX); y, finalmente, la forma y el grado en que la integración de España en la Unión Europea afecta al ordenamiento constitucional estudiado hasta este momento (lección X).

Método

La enseñanza a distancia supone un estudio autónomo de los alumnos a partir de textos proporcionados por el profesorado del curso. Todos los textos de referencia para el seguimiento del curso están disponibles con carácter gratuito en esta misma página web; se enlaza con ellos a partir del programa.

Hemos procurado que las lecciones no tuvieran una extensión desmesurada: ninguna debiera superar las quince o dieciséis páginas. Por ello ofrecemos de ordinario no los trabajos completos, sino extractos. En ellos respetamos escrupulosamente el texto literal original y su orden expositivo, colocando puntos suspensivos entre paréntesis para indicar el lugar en el que hemos realizado alguna supresión. A veces, pero siempre indicándolo expresamente, introducimos epígrafes o números romanos para sistematizar mejor el contenido del texto.

Hemos procurado también que sean siempre exposiciones particularmente claras, incluso didácticas. Pero, conscientes de que ello quizá no siempre se ha conseguido en medida suficiente, hemos escrito unas breves introducciones a cada uno de las lecciones, en las que orientamos la lectura de los textos mediante explicaciones, esquemas o comentarios adicionales. También incluimos referencias bibliográficas complementarias para que puedan acudir a ellas los alumnos que deseen profundizar en los temas correspondientes. Desde la página de inicio del curso, por último, puede accederse a una serie de enlaces en los que los alumnos podrán encontrar apoyos y materiales complementarios.

Pero, sobre todo, hemos intentado seleccionar materiales significativos por su contenido y autor: se trata por lo común de textos, digámoslo así, indiscutibles como referencia sobre las cuestiones que tratan; a menudo son verdaderos clásicos, al menos en el ámbito español. Una breve referencia acerca de cada uno de los autores, con indicaciones también sobre la obra de la que se extraen sus textos, aparece en un apartado específico de la página de presentación del curso.

A partir de estos materiales, cada alumno puede decidir por sí mismo el modo de trabajo. No nos olvidamos en ningún momento que, en un curso orientado a la formación del profesorado, nuestros alumnos tienen capacidad y recursos más que suficientes para extraer todo el provecho posible de los materiales que ponemos a su disposición: sería impertinente ofrecerles aquí indicaciones pormenorizadas sobre técnicas y modos de estudio, sobre los métodos adecuados para valorar su propia comprensión de los materiales o sobre la posible utilización de dicho aprendizaje en su propia tarea docente. Lo único que hemos de exigir, sin quebrar con ello la confianza plena en la responsabilidad de cuantos se puedan matricular en nuestro curso, es la realización del trabajo que nos permitirá evaluar su aprovechamiento.

Este modo de aprendizaje autónomo, por supuesto, no excluye alguna sesión presencial (en principio, en la sede central de la UNED, en Madrid). Se llevarán a cabo si un número significativo de alumnos las solicitan, pero la asistencia a las mismas será, en cualquier caso, voluntaria.

Mucho menos queda excluido el contacto directo con los profesores del curso, que estamos dispuestos a prestar a los alumnos toda la colaboración que precisen tanto para la comprensión de los materiales como para el desarrollo del trabajo con el que se valorará el aprovechamiento del curso. En la misma página de presentación del curso existe un enlace que conduce a los curricula de los profesores y a las indicaciones oportunas para que los alumnos puedan ponerse en contacto con nosotros.

Evaluación

Para ser calificados, los alumnos deberán elaborar un breve trabajo (entre veinte y treinta páginas) en el que apliquen los conocimientos adquiridos. Conforme a la regulación de estos estudios en la UNED, la calificación del trabajo será simplemente de “apto” o “no apto”, pudiendo ser solicitada la correspondiente revisión en el plazo de diez días.

El trabajo debe ser remitido a la siguiente dirección:

Equipo docente

Materiales e Indicaciones para la enseñanza de la Constitución

Departamento de Derecho Político

Facultad de Derecho/UNED

C/ Obispo Trejo s/n

28040 Madrid

En caso de no haberse recibido el correspondiente trabajo antes del 30 de junio, la calificación será de no presentado.

El trabajo consistirá en la elaboración de una unidad didáctica centrada en uno de los temas del curso; la unidad didáctica podrá también agrupar dos temas conforme a la proximidad de sus contenidos, de acuerdo con el propio criterio del alumno, pero no tres o más. Ello significa que no se está pensando en una lección concreta correspondiente a una de las materias que actualmente se imparten: el contenido del trabajo no queda así delimitado por las actuales programaciones de las enseñanzas oficiales. Se trata, por el contrario, de una unidad concebida a partir de los propios contenidos del presente curso.

Esta unidad didáctica deberá estar adaptada al nivel de formación correspondiente a los alumnos de un ciclo educativo concreto: tercer ciclo de primaria, primer o segundo ciclo de ESO, ciclos formativos de Formación Profesional o, finalmente, Bachillerato.

La unidad didáctica debe ser orientada directamente a los alumnos, como un capítulo de un libro de texto para ellos. No se trata, pues, de “la programación” de una unidad didáctica (objetivos, contenidos, contenidos mínimos, criterios de evaluación, etc.). Lo que nos interesa es el concreto contenido de la enseñanza, que se podrá articulará del modo habitual: contenidos, esquemas o resúmenes, explicaciones complementarias, actividades y ejercicios de diverso tipo, lecturas comentadas o con guías para el comentario, etc; y puede incluir, por supuesto, también material multimedia (presentaciones power point, páginas web...)