23/06/03

Descubren las bases neurológicas de la gramática universal humana


Hace ya más de cuatro décadas, el lingüista estadounidense Noam Chomsky propuso que todos los lenguajes humanos, a pesar de su extraordinaria variedad, están predeterminados por una «gramática universal» que comparten todos los miembros de la especie Homo sapiens. Hasta ahora, la validez de esta hipótesis jamás se había podido demostrar con pruebas neurológicas, pero un estudio que se publica hoy en la revista Nature Neuroscience parece haber conquistado este objetivo científico por primera vez.

FUENTE | El Mundo Digital

A finales del siglo XIX, Charles Darwin afirmó en su famoso libro El Origen del Hombre que el lenguaje es un «instinto» que diferencia al ser humano de todos los demás animales, al igual que su forma de caminar erguido. En 1957, Chomsky desarrolló esta vieja teoría darwiniana, al proponer no sólo que nuestro cerebro posee una habilidad innata para adquirir uno o varios idiomas, sino que incluso existe una estructura gramatical común que subyace a todos los lenguajes de nuestra especie.

Ahora, tras muchos años de investigación en este campo, la doctora Mariacristina Musso, de la Universidad de Hamburgo, y su equipo de colaboradores han conseguido identificar por primera vez la región del cerebro humano donde aparentemente reside la gramática universal que comparten todos los lenguajes humanos.

ESCÁNER CEREBRAL

Para lograr este objetivo, los científicos enseñaron a un grupo de 12 adultos alemanes a aprender tres reglas gramaticales de un idioma extranjero (italiano o japonés), mientras analizaban las reacciones de su cerebro con un escáner de resonancia magnética. Por ejemplo, les enseñaron que en italiano, cuando un individuo quiere expresar en primera persona que se está comiendo una pizza, lo correcto es decir mangio una pizza, sin necesidad de iniciar la frase con el pronombre personal io (yo).

A continuación, les enseñaron varias reglas gramaticales falsas de un idioma inexistente que, sin embargo, tenía un léxico parecido al italiano o al japonés. Por ejemplo, les dijeron que en italiano, si una persona quiere negar que alguien haya hecho algo, el «no» siempre se introduce tras la tercera palabra de la oración, como en la frase María compra il no caffè (literalmente, «María compra el no café»). Esta construcción sintáctica falsa no existe en ningún idioma conocido, y por lo tanto violaba las normas de la gramática universal establecida por Chomsky.

Este ingenioso experimento demostró que la llamada área de Broca, una región cerebral involucrada en el aprendizaje de un lenguaje, sólo se activaba al procesar las reglas gramaticales del italiano o el japonés real, pero nunca ante las normas falsas del seudoitaliano o seudojaponés inventado por los científicos para el experimento. Según la doctora Musso y sus colegas, estas observaciones sugieren que en el área de Broca reside la gramática universal de la especie humana.


Autor:   Pablo Jauregui