Formación y resiliencia frente a la incertidumbre

Los cursos estarán a cargo de Paco Monedero, graduado en Geografía e Historia por la UNED, donde destacó por su excelencia académica y su compromiso con el aprendizaje continuo. Monedero representa la unión entre conocimiento teórico y experiencia vital: una combinación que, según afirma, “marca la diferencia cuando lo inesperado sucede”.

“La supervivencia es serenidad y sentido común ante lo imprevisto; no se trata de acumular recursos, sino de aprender a pensar y a actuar con calma”, explica. Su planteamiento, al que denomina supervivencia inteligente, se apoya en tres pilares: conocimiento, actitud y empatía. En sus palabras, “hay gente que no sabe volver a casa desde su trabajo. Eso es inaudito. Desde pequeños deberíamos aprender algo tan básico como la orientación”. De ahí que defienda incluir la educación en supervivencia básica como parte integral de la formación ciudadana.

De las aulas de la UNED a las cumbres del mundo

Monedero ha alcanzado la cima de las montañas más altas de los siete continentes —los llamados Seven Summits— y varios ochomiles del Himalaya. Es autor del libro Diario de las 7 Cumbres y director de documentales como Expedición a un sueño, La Diosa Turquesa o Everest en memoria de un hermano, donde comparte su reflexión sobre el esfuerzo, la cooperación y los límites humanos. Esa experiencia extrema, vivida desde la preparación y no desde la improvisación, es la que hoy trasmite en sus cursos.

Aprender a sobrevivir es aprender a vivir. Para el alpinista, “sobrevivir no es cuestión de miedo, sino de conocimiento y de actitud. También se aprende, igual que se aprende a convivir o a trabajar en equipo”. Su enfoque de supervivencia inteligente conecta la preparación con la reflexión: no basta con acumular recursos, sino que se trata de desarrollar habilidades, sentido común y confianza en uno mismo, enseñanzas que aplicadas a la vida diaria fortalecen tanto la autonomía personal como la cooperación con los demás.Sus formaciones combinan ciencia y naturaleza para promover la autonomía personal, la confianza y la calma ante la adversidad. Una educación en resiliencia que conecta directamente con los valores de la universidad: conocimiento útil, desarrollo humano y compromiso social.