Reposición de agua y electrolitos
Se hace mediante una solución de suero salino, que suele presentarse ya dispuesta para su uso como preparado farmacéutico; si no es así, se puede preparar la "limonada salina casera". En ningún caso se deben utilizar bebidas isotónicas para deportistas ya que no contienen los minerales suficientes para reponer las pérdidas.
Receta: para un litro de agua se pone el zumo de dos limones, dos cucharadas soperas de azúcar, una punta de un cuchillo de bicarbonato sódico y lo mismo de sal común.
Se inicia la administración continuada, en sorbos pequeños durante 4-6 horas. Pasado este tiempo se observa al niño; si la rehidratación no es completa (tendrá que ser valorado por el médico, enfermera o similar), se continua de la misma forma, si se ha conseguido la rehidratación, se continua con la administración de la solución intercalando la toma de agua limpia normal.
Mantenimiento del estado nutricional
Debe comenzarse la realimentación tan pronto como se ha conseguido la rehidratación. Las normas más actuales proponen y recomiendan una nutrición variada, sin ningún tipo de restricción. A demanda del niño, sólo cuidar los alimentos ricos en fibras, que deben restringirse en los primeros días. Incluso para lactantes no se recomienda el uso de fórmulas especiales, dado que las fórmulas adaptadas tienen una composición mas adecuada.
Mantener el ayuno no sólo no favorece la eliminación de la diarrea, sino que incluso pueda alargarla y, consecuentemente, empeorar el estado general, favoreciendo así el establecimiento de procesos patológicos secundarios.
Sólo se debe recurrir al tratamiento con fármacos en caso de diarrea invasiva en lactantes muy pequeños, desnutridos y/o inmunodeficientes para evitar sepsis de origen intestinal.